TEA - TRASTORNO DEL ESPECTRO AUTISTA
- ¿Qué es la TEA?
- ¿Señales de alerta?
¿Qué es la TEA?
El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es un trastorno neurobiológico del desarrollo. Los síntomas varían de un niño a otro, pero, en general, se encuentran dentro de tres áreas:
- Dificultades en la interacción social.
- Hacen poco contacto visual. Tienden a mirar y escuchar menos a la gente en su entorno, incluso a no responder a otras personas.
- No buscan compartir su gusto por los juguetes o actividades señalando o mostrando cosas a los otros.
- Responden usualmente cuando otros muestran ira, aflicción o cariño.
- Dificultades en la comunicación.
- No responder (o demorar en responder) a su nombre o a otros intentos verbales para obtener su atención.
- No desarrollar (o demorar en desarrollar) gestos, como señalar y mostrar cosas a otros.
- Balbucear en el primer año de vida, pero después dejar de hacerlo. Desarrollar el lenguaje a un ritmo tardío.
- Hablar solamente con palabras sencillas o repetir ciertas frases una y otra vez, pareciendo incapaces de combinar las palabras para formar oraciones con sentido.
- Repetir palabras o frases que escuchan (ecolalia). Usar palabras que parecen raras, fuera de lugar o que tienen un significado especial conocido solamente por aquellos familiarizados con la forma de comunicarse del niño.
- Conductas repetitivas y estereotipadas.
- Agitar sus brazos repetitivamente.
- Caminar con patrones específicos.
- Pueden sentirse fascinados con objetos en movimiento o partes de objetos.
- Alinear juguetes u objetos.
- Preocupación persistente e intensa sobre algún tema u objeto.
¿Señales de alerta?
De 0 a 12 meses
- Poco uso de la mirada dirigida a otra persona.
- Falta de interés en juegos interactivos simples (ejemplo: "¿Dónde está "X"? ¡Acá está”)!
- Falta de sonrisa social.
- Falta de ansiedad ante los extraños cerca de los 9 meses
- No responde a su nombre.
- No señala para pedir algo.
- No muestra objetos.
- No mira hacia donde otros señalan.
- Ausencia de balbuceo social (hacer como si conversara con el adulto).
- Poco contacto visual.
- No señala para compartir un interés sobre algo.
- Retraso del lenguaje comprensivo y expresivo.
- Falta de juego funcional con juguetes/juego repetitivo con objetos (alinear, abrir y cerrar, encender y apagar, etc.).
- Ausencia de juego simbólico.
- Pocas expresiones para compartir afecto positivo.
- Antes usaba lenguaje y ahora no. Hay una pérdida de hábitos del desarrollo.
- Ausencia o retraso en el lenguaje.
- Uso estereotipado o repetitivo del lenguaje, o referirse a sí mismo en segunda o tercera persona.
- Entonación anormal.
- Déficit en la comunicación no verbal (mirada y gestos).
- Ausencia de juegos de representación o imitación social.
- Imitación limitada o ausencia de acciones con juguetes u objetos
- Falta de interés o acercamientos extraños a los niños de su edad.
- Escaso reconocimiento o respuesta a la felicidad o tristeza de otras personas.
- Preferencia por actividades solidarias.
- Escasa utilización social de la mirada.
- Insistencia en las rutinas y/o resistencia a los cambios en situaciones poco estructuradas.
- Juegos reiterativos.
- Apego inusual a estímulos sensoriales (auditivos, visuales, olfativos, táctiles y del gusto).
- Respuesta inusual al dolor.
- Patrones posturales extraños como andar en puntas de pie.
- Estereotipias o manierismos motores.
- Desarrollo deficiente del lenguaje (mutismo, entonación rara o inapropiada, ecolalia, vocabulario inusual).
- Uso limitado del lenguaje para comunicarse y tendencia a hablar espontáneamente solo sobre temas de su interés.
- Dificultad para unirse al juego con otros niños.
- Limitada habilidad para apreciar las normas culturales.
- Relación con adultos inapropiada (muy intenso o inexistente).
- Respuesta extrema ante la invasión de su espacio personal o mental.
- Ausencia de flexibilidad y juego imaginativo cooperativo.
- Dificultad para desenvolverse en espacios poco estructurados./li>
- Acumula datos sobre ciertos temas de su interés de forma restrictiva o estereotipada.